Dolorosa derrota

El partido estuvo marcado desde que llegamos al pabellón por la noticia de la mañana, no supimos reponernos al pequeño varapalo anímico que marcó todo el partido.
Empezamos muy igualados, donde la superioridad interior causaba estragos en su defensa y un porcentaje altísimo desde 6´25 era la única forma de anotación que tenían. Movían, movían y movían hasta que encontraban buenas posiciones de tiro (que no siempre cómodas) y no fallaban en ningún momento; lo más curioso fue que cualquier jugador anotaba desde la distancia a diferencia de lo visto en anteriores ocasiones, parábamos bien su contraataque, pero siempre encontraban una buena opción de tiro.
Conforme fue desarrollándose el partido, fuimos buscando cada vez menos balones interiores, y por consiguiente a tener menos opciones en cada ataque, los tiros que siempre entran y sobre todo los tiros libres se salían continuamente y con ello nos llevaba cada vez a una mayor desconfianza en lo que teníamos que hacer: los ataques cada vez más estáticos, los rebotes cada vez peor cerrados y la desorganización se hizo patente en nuestra defensa, lo que se tradujo en que al ritmo de tiros exteriores que ya venían realizando y metiendo se sumaran segundas opciones en ataque y canastas fáciles desde la línea de fondo por desajustes en nuestra canasta.
Cuando sacamos la fuerza que necesitábamos para jugar un partido así y sólo anotaban por medio de tiro libre o al filo de la bocina de posesión ya en la segunda parte, atacamos sin ningún criterio o nos precipitamos demasiado en cada posesión, seguramente por una lectura equivocada del partido por mi parte, y por un exceso de ansiedad, de querer remontar la eliminatoria en 5 minutos.
Sin duda no tuvimos nuestro mejor día y puedo decir sin miedo a equivocarme que Molina si tuvo uno de sus mejores, 18 puntos que pueden parecer un mundo pero con las circunstancias que rodearon al partido o al prepartido mejor dicho y como se desarrolló no es excesivo, sin duda porque nos dejamos todo lo que tuvimos para que no fuera a más la diferencia, que repito que no es insalvable.
Los árbitros tuvieron fallos pero se repartieron a partes iguales y no tuvieron ninguna incidencia en el resultado.
Del equipo de Molina confirmar lo que todo el mundo sabe, que es un equipazo que defiende bien, corren y tiran desde cualquier distancia cualquier jugador. Como equipo una impresión grandísima, desde luego si Molina Basket como club pretende tener un equipo en 1ª Autonómica competitivo con muchos jóvenes y unos pocos veteranos que tiran del equipo y son los que manejan el partido perfectamente y juegan los minutos decisivos aunque sea un equipo filial ha acertado de pleno.
De nosotros lo único que puedo decir es que si a este equipo en sus 2 años de existencia le falta algo es lo que viene, una remontada de las grandes en la casa del gran favorito a todo, sin duda sería tremendo.