Hay que dedicarles el partido

Todos lo sabemos, 8 puntos no son nada, una canasta por cuarto, nada más y nada menos, una diferencia por la que se resuelven la mayoría de los partidos igualados y sobre todo, algo con lo que no hay que obsesionarse.
Enfrente Archena, un equipo de los que se pone como ejemplo eso de "ser un equipo", con buenos jugadores, bien compenetrados, asumidos los roles y con una intensidad defensiva llevada hasta límites insospechados, no era la pareja de baile más bonita pero a estas alturas si te quieres comer un rosco te tienes que conformar con la que te toque.
En el otro lado jugamos nosotros, tenemos la suerte de poder jugar media hora más tarde que de costumbre y cuando pienso qué poner sobre el partido se me queda la mente en blanco, pienso en todo lo que hay alrededor de este equipo: el esfuerzo que hacemos para sacar las cosas adelante y en los buenos momentos que vivimos, cuando almorzamos después de ganar, cuando salimos de fiesta después de perder, cuando las novias/mujeres y padres/madres nos esperan en la puerta del pabellón, la gente que dice que se va a pasar (aunque luego no vengan porque no son tan masocas como para madrugar tanto), son sensaciones que merece la pena vivir y por qué no decirlo, intentar repetirlas 2 semanas más, pero sobre todo por nosotros, porque nos merecemos estar en semifinales y vamos a poner todo de nuestra parte para intentar conseguirlo.
Pero con todo esto, por lo que tenemos que pasar es por el título de la entrada, vosotros ya sabéis a quienes y si hay alguien que confíe más en este equipo que yo, son ellos.
Vamos Duna